American Horror Story

Recuerdo la primera vez que vi American Horror Story. Fue un capítulo ya empezado en la tele de madrugada. A los 10 minutos supe que tenía que verla entera.  La serie consta actualmente de 4 temporadas (con pocos capítulos cada una) y nada tienen que ver entre una y otra. Son totalmente independientes, aunque sí mantienen a casi todos los actores. Un rasgo común es el uso de flashbacks para conocer la historia de los protagonistas, cómo llegaron a la situación en la que se encuentran.

American Horror Story: Murder House es la primera temporada. Transcurre en una casa encantada, a la que va a vivir una familia y empiezan los fenómenos paranormales que durante años han atormentado a los habitantes de la mansión. De trasfondo tenemos el tema de la infidelidad por parte del marido.

American Horror Story: Asylum es la segunda temporada. Esta vez todo transcurre en un manicomio católico en 1962 y para mí es la mejor temporada con diferencia. Terror, escenas macabras, demencia... incluso el intro es escalofriante. Me ha dado mal rollo, miedo y asco a partes iguales. Sencillamente maravillosa y deja el listón muy alto para las siguientes temporadas. Si os gusta el vídeo juego Outlast, os encantarán sus capítulos.

American Horror Story: Salem. La tercera temporada es un poco más floja, pero es que la segunda era muy difícil de superar. Le toca el turno a las brujas de Salem, con un colegio para ellas ubicado en Nueva Orleans, tierra de por sí muy dada a la brujería y el vudú. Lo que más me gusta es que mezcla algunos personajes históricos, que ha perdurado a lo largo de la historia por sus atrocidades y gustos macabros.

American Horror Story: Circus. Cuarta temporada, y se me ha hecho eterna. Aunque tenía todos los capítulos, los veía poco a poco porque se me hacen bastante pesados. La peor temporada hasta ahora. Un circo de engendros y monstruos que no aceptaría la sociedad, pero que para el espectáculo son ideales. Además de un payaso psicópata suelto.

American Horror Story: Hotel. La quinta entrega de la serie está ambientada en un hotel donde suceden los más atroces asesinatos. Destacan como protagonistas Lady Gaga y Matt Bomer, que no salen en las otras temporadas y son dignos de ver actuando juntos. Vuelve un poco a los inicios, engancha y tiene ese toque de sustos que me encanta. También es verdad que a mí cuando tiene que ver con hoteles siempre me llega un poco más (sobre todo cuando veía los capítulos antes de irme a trabajar de noches).



American Horror Story: Mi pesadilla Roanoke. Por fin con la sexta temporada volvemos a la esencia del terror, el asco, la tensión. Eso sí, para mi gusto con ver la primera parte es suficiente. Los primeros capítulos los hacen como una recreación basada en hechos reales, y la segunda parte juntan a los actores en el escenario real a ver qué pasa. Siempre es un éxito juntar una mansión abandonada, en una zona donde han sucedido mil desgracias y con la Luna de Sangre. Los cuentos de brujas y cementerios indígenas se quedan cortos con esta temporada. 

Ahora solo falta esperar próximas temporadas, porque parece que hay una mente muy perversa entre los guionistas...