sábado, 26 de julio de 2014

Berenjenas rellenas de atún y verdura

Añadimos una nueva receta a nuestra carta sana. Es un plato sencillo, con buena presentación y las cantidades a utilizar dependen del gusto de cada uno (yo por ejemplo pongo mucho champiñón y poca cebolla). En este caso utilizaremos:
  • 2 berenjenas gorditas.
  • 1 cebolla.
  • Champiñones.
  • 3 zanahorias.
  • 4 latas de atún (una por cada mitad de berenjena que preparéis)
  • Queso rallado.
  • Chorrito de vino blanco.
  • Aceite, sal y agua.
  • Paciencia.
  • 1 hora(aprox.)



Empezamos preparando las berenjenas: las lavamos bien, cortamos a lo largo por la mitad y las vaciamos. A la hora de vaciarlas yo lo hago con una cucharilla y es lo que más tiempo me lleva. Hay que tener mucho cuidado de no agujerear o romper la piel de la berenjena, porque la usaremos de "plato" de presentación. Cuanto más la vaciéis, más carne habrá para rellenar.


Una vez vacías las cuatro mitades, se colocan en un recipiente para horno (jugando un poco al Tetris) y mejor las reservamos en la nevera, que con el calor que hace se ponen mustias enseguida.




La "carne" que sacamos de las berenjenas la picamos bien y la ponemos en una olla. Después pelamos y rallamos la zanahoria (para los más cómodos tenéis la opción de comprar los paquetes de zanahoria ya rallada). Cocemos la berenjena y la zanahoria con agua y sal (abundante), vaciando en la misma olla el aceite aguado de las latas de atún para darle más sabor. Si os pasáis con el agua no pasa nada, después se escurre. Lo dejamos cocer durante 30-40 minutos, lo suficiente para que se quede blando.

Mientras se cuece lo anterior vamos haciendo las demás partes:
  1. Pelar y picar la cebolla en trozos pequeños.
  2. Lavar y picar los champiñones (los laminados de bote son grandes y queda mejor si se trocean un poco más).
  3. Cuando calculemos que faltan unos 10 minutos para que se acabe de cocer la berenjena y la zanahoria, ponemos la cebolla en una sartén con aceite y la doramos.
  4. Antes de que se queme la cebolla añadimos los champiñones y el atún. En caso de usar champiñones naturales, es mejor hacerlos a la vez que la cebolla, porque hay que cocinarlos. 
  5. Añadimos un chorrito de vino blanco, no mucho para que pueda evaporarse dejando el sabor.
Llega el momento de escurrir la berenjena y la zanahoria. Se quedará una pasta que uniremos a la sartén con todo lo anterior. Por lo que más vale que uséis una sartén grande. 
Mezclamos bien todo: la cebolla dorada, los champiñones, el atún, la carne de la berenjena y la zanahoria. Para espesarlo mejor se le añade un poco de queso rallado, de forma que se derrita. Si hay algún comensal al que no le guste el queso, podemos rellenar una berenjena sin queso y después echárselo al resto. Esto es para todos los gustos.

Una vez está todo mezclado y el queso derretido, se escurre un poco la sartén por si quedara agua y se rellenan las mitades que habíamos dejado en la nevera al principio, espolvoreando queso rallado por encima. Ponemos la bandeja en el horno con el grill encendido hasta que se gratine el queso (en mi horno a 180 grados tarda unos 15 minutos). 

Y el resultado final debería ser algo parecido a esto:





Si las berenjenas son grandes es suficiente con una mitad para cada comensal. Se le pueden añadir otras verduras, incluso quitar el atún y poner carne picada. Sobre la base se pueden hacer muchas variantes. Y si os sobra relleno no pasa nada, se pueden hacer unas fajitas. Aquí no se desperdicia nada.

¡Espero que os guste!

viernes, 25 de julio de 2014

"El amor huele a café" de Nieves García Bautista

Lo reconozco, no me acaba el café, soy más de té. Pero he encontrado una novela con aroma y consistencia. Un libro que llega al corazón y deja lecciones de la vida entre sus líneas.

Nieves García nos trae El amor huele a café, las historias entrelazadas de Adela, Raquel, Joaquín y Helia. Con un punto en común, una cafetería muy original llamada "El confidente de Melissa". 

Querría contaros la historia de cada uno, por qué acaban conociéndose, quiénes son Silke, Miguel o Asier, incluso por qué la cafetería se llama así. Pero eso os lo dejo a vosotros porque vale la pena descubrirlo por uno mismo y cogerles cariño a cada uno.

No solo bonitas historias de amor llenan las páginas del libro. Para encontrar esa felicidad primero hay que conocer el pasado, su crudeza, la pérdida de los seres queridos, las adolescencias en hogares difíciles, el desamor, el engaño, la infidelidad. Es fácil identificarse con cualquiera de ellos en diferentes puntos, porque son personas normales, como tú, como yo. Cercanos. 

Es de esos libros que te enganchan, que quieres saber más. Pero sobre todo, quieres saber el por qué de las cosas, qué sucedió en su mundo para que acabaran así. Y de lo que me he podido dar cuenta es que no por poner tierra de por medio significa olvidar, como mucho perdonar. Tampoco se puede juzgar a la ligera las relaciones de una pareja desde fuera, porque se nos escapan muchos detalles importantes que son los motivos por los cuales se comportan así juntos. Y nunca es tarde para el amor, las segundas oportunidades existen, y quien no arriesga no gana. Eso sí, la próxima vez que me aborde una gitana para contarme mi futuro en Élfico, me pararé por si las moscas.

Será que últimamente estoy más sensible. Pero es que están cayendo en mis manos novelas preciosas, y esta es de las que han venido para quedarse conmigo.                     
              En su honor me tomaré un Capuccino.

martes, 22 de julio de 2014

"Dí que sí" de Olga Salar


Empiezo esta semana con un libro que me ha tenido cautiva durante 8 horas, que se me han pasado volando. Por su narrativa sencilla y su historia cercana. 
Casualidades que últimamente leo libros ambientados en Valencia. En este caso no lo escogí por ese motivo, reconozco que nuestro encuentro fue gracias a una de esas recomendaciones que hace el ebook al conectarlo al wi·fi de casa. Cómo me conoce el jodío...

"Dí que sí" es una historia de amor, en la que Olga Salar nos muestra cómo el destino une a las personas, y que el primer amor puede ser el único, aunque tengan que pasar años (con separación y reencuentro) para darse cuenta de ello. Quizá profundiza poco en los desastres que acontecen en la vida de los protagonistas, dejando en un segundo plano las penas para centrarse en el futuro, en vivir la vida, en amar y arriesgarse, en la alegría de aumentar la familia.

Así nos encariñamos con dos diablillas de 12 años con almas de alcahuetas. Nos enamoramos de unos chicos románticos dignos de las mejores películas de Hollywood. Sin dejar de lado la amistad de dos mujeres que, más que amigas, son hermanas.

Tiene sus partes eróticas, como muchos libros de hoy en día, pero se camuflan con frases veladas y dejan todo a la imaginación del lector, lo cual resulta a veces un alivio que no sea explícito. Hace también referencia en una parte a un espectáculo en el teatro Olympia, que a mí me recuerda mucho a The Hole, un espectáculo de cabaret, burlesque y sensual (que por cierto me quedé con las ganas de ver ¬¬, el bolsillo no da para tanto).

Con todo esto quiero decir que os animo a leerlo. Es una lectura ligera, contemporánea y muy amena. Cuento con leer más libros de Olga Salar, que desde hoy entra en esa lista de grandes autoras de la terreta.

sábado, 19 de julio de 2014

Trabajo basura: teleoperadora.

Hoy os presento un post muy diferente. Una experiencia personal que ha durado apenas 5 días, pero que daría para varias entradas. Intentaré resumirlo lo máximo posible.

Durante 5 tardes (y un cursillo exprés previo de 10h), he sido teleoperadora en un call center. Vamos, que he sido la hija de fruta que todos odian a la hora de la siesta. Pero así he podido ver la cara de las dos monedas:

Yo siempre me he considerado paciente y educada, pero en concreto hay algo que me saca de mis casillas. Y son los cansinos que te llaman a la hora de la comida, de la siesta, de la cena, cuando aún estás en la cama... solo para dar por saco amablemente ofrecerte algo que no te interesa ni lo más mínimo. Y es que no sabes bien por qué, pero acabas en una base de datos que los call center explotan hasta la saciedad. Y ya pueden llover sapos y lagartos que ahí siguen, si no son unos, serán otros. Hoy es para una línea de teléfono, mañana también, al otro igual cambia y es un dispensador de agua, puede que una nueva tarjeta, con suerte te interesa (lo dudo).

Pero... ¿qué pasa cuando a parte de ser el pringado al que molestan en casa, eres el hijo de fruta que hace las llamadas? Pues que por mucho que entiendas al que está en el sofá gritándote, no te quedan más narices que llamarlo mínimo 5 veces a diferentes horas para poder quitarlo de la base. Para macedonio yo, y para melocotones los míos.

Cuando llegas para trabajar en uno de estos "call center", dígase piso con 50 cubículos con sus respectivos ordenadores y teléfonos, lo primero que hacen es darte una formación exprés en la que la premisa básica es: vende, insiste, saca las uñas, pelea por la llamada, no te des por vencido y vuelve a marcar si es necesario.
 Claro, tu ahí piensas... qué fácil lo pintan (porque te sueltan eso de "si fulanita empaqueta 8 tarjetas, tú también puedes, porque querer es poder, y tú quieres", tooooma frase motivadora).

Total, que llegas ahí, con toda la buena persona que eres, te ponen unos cascos con micro y a la aventura. Y hay que tener en cuenta que no sólo tienes que soportar a gente harta por teléfono, también tienes que aguantar la presión y tonterías de los coordinadores. Que a veces no sabes si te intentan motivar o si su función es que te largues antes de acabar el turno. 

Al principio comprendes al cliente, intentas incluso ser amable, y si te dicen "no me interesa" pues los quitas de la base de datos. ERROR. Esto es un Gran Hermano, lo ven y lo saben TODO. Ya puede decirte el cliente que no mil veces, que hasta que no te cuelgan nanay. Pero es que si te cuelgan da igual, porque los tendrás que volver a llamar en unos días. Así hasta 5 veces, o hasta que te amenacen con denunciar al consumidor el número desde el que llamas. 

Eso sí, para que te quiten de la base de datos el truco es estar al loro y aguantar solo un minuto. Es decir, después de presentarse el teleoperador, se hace una criba inicial para ver si le interesa seguir comiéndote la cabeza, y es ahí donde está tu gran oportunidad para salir:
- Si dicen "estamos haciendo una campaña para trabajadores en activo y pensionistas..." perfecto, dices que estás en paro y que vives solo: ya estarías fuera. 
- Si dicen "estamos haciendo una campaña para gente entre 26 y 75 años..." pues no es tu caso, eres menor de 26 (para decir mayor de 75 debes tener la voz cascada, que te pillan la mentira y te siguen llamando para despistar).
- Pero sobre todo, si preguntan directamente por el titular de la línea, no decir que no está o que se ha ido, porque seguirán llamando hasta dar con él cual perro a por su presa. Aquí hay dos alternativas: decir que el titular falleció recientemente y que por favor lo quiten de la base de datos (el programa tiene la opción específica para quitarlo por ese motivo) o, una menos gore, que el piso es de alquiler a estudiantes y por lo tanto no se puede localizar al titular (esta mata de un plumazo también si les vale cualquiera que coja el teléfono, porque los estudiantes no van a abrirse tarjeta de crédito ni contratos).

Por supuesto, es tan raro que se realice una venta, que cada vez que hay alguna tocan una campana, un timbre, una bocina o lo que haga falta. Incluyendo hacerte salir a bailar al pasillo, solo para restregarles a los otros 49 compañeros que has hecho algo que ellos no. Y meter presión, porque aquí la rivalidad y el robo de llamadas buenas, vuela. Que hay en juego comisiones de hasta 100€ por venta, o una máquina de café valorada en 230€ para el que más venda, incluso vacaciones pagadas (todo un lujo)... 

Pero seamos realistas... el de mayor antigüedad tiene 3 semanas, los incentivos los cobras después de un mes, aunque hayas vendido el oro y el moro, si te despiden antes de entregar las nóminas, te quedas sin extras y cobras el sueldo base. Que viene siendo... 849€, menos seguridad social, menos retenciones, menos todo lo que te quieran quitar porque has hecho descansos de 21 minutos en vez de 20... cobras una mierda por aguantar a payasos y maleducados (y no hablo solo de los pobres clientes que sufren llamadas). Aquí entran las verduleras que te pinchan con un tridente para que presiones más al cliente, que te tocan una bocina en la cara para hacer la gracia, o que te dice eso de "lo tenías fácil, pero eres demasiado tonta, lo pillará una lista en unos días y se lo llevará". Pues mire señora, a mí solo puede insultarme mi madre, porque la quiero y si lo hace es porque me quiere (y porque suele tener razón, aunque no se la voy a dar).

Para opinar hay que conocer, y cuando estás en el mundo es cuando sabes qué se cuece. Pues ahora lo sé. Y también he descubierto qué NO quiero hacer en mi vida. Entraron 10 conmigo, se quedó una, y la despidieron al lunes siguiente. Así es la vida de perra, que aún por encima de que no hay trabajo, los que puedes conseguir son humillantes hasta puntos insospechados.

domingo, 13 de julio de 2014

"Ardiente verano" de Noelia Amarillo

 Como lo prometido es deuda, toca novela erótica. Pero no de esas que tienen algunos momentos contados de pasión sin entrar en mucho detalles. No, Ardiente verano es una de esas que te hacen sonrojar, mirar hacia otro lado y rezar para que la que tienes sentada al lado no mire la pantalla de tu ebook y descubra que tu rubor es fruto de unos encuentros sexuales muy explícitos. 

 Ya os he hablado alguna que otra vez de Noelia Amarillo y sus sagas memorables. Esta vez nos cuenta la historia de María y Caleb, que empieza de una forma inesperada y acaba como más o menos te imaginas desde el principio. No por ello es un punto negativo, que lo que hay entre medias es una relación muy intensa. Y no me seáis mal pensados, que el título es porque en el pueblo hace mucha calor en pleno julio (entre otras cosas tórridas...).

 Hay una reflexión a lo largo del libro, que más de una vez me he hecho en mi vida, igual que María. Lo que es tener "un pueblo". 
Hay momentos en los que envidias a la gente que tiene pueblo, es decir, que se pasa el año esperando esos días en los que pueden escapar de la ciudad y desconectar allí. Pero no es ir a un pueblo grande, sino pequeñito (aldea sin cobertura), de esos que en invierno se quedan 10 ancianos y en verano son 300 personas que de alguna forma u otra están conectados, ya sea por lazos familiares o por pandillas que se formaron desde que tenían pañales.  Y claro, cuando alguien te lleva a su pueblo te sientes desorientado, porque no estás acostumbrado a esa forma de vida, ni a esas juergas, fiestas, o bromas. Entonces llega el momento negación: "no sé qué le ves al pueblo con lo bien que se está en casa". Y no te das cuenta que precisamente esa persona está en casa, aunque te cueste creerlo.

Siempre he pensado que una novela erótica no debe ser fácil de escribir, y me asombra lo bien que Noelia Amarillo capta cada matiz. Porque no escatima en detalles, involucra al lector en cada parte y lo endulza con una trama atrayente. Cada encuentro diferente, cada juguete una novedad, cada escenario pensado hasta el detalle. 

Eso sí, tomároslo con calma, y recordad: no hay que pedirle peras al olmo, que en los libros hay mucha perita en dulce y en casa puede que tengáis olmos secos.

jueves, 10 de julio de 2014

"Las guerras de Elena" de Marta Querol

 En el último post os hablé de la gran novela El final del Ave Fénix. Pues bien, hoy os traigo la continuación: Las guerras de Elena.

 La autora, Marta Querol, dejó el listón muy alto con su primera novela. A mí por lo menos me cautivó con sus palabras. Y la segunda parte no iba a ser menos. Por fin conocemos un poco más la historia de Elena Lamarc y Carlos Company, desde un punto de vista más personal. Y cómo una sola persona, Verónica, es capaz de poner del revés las vidas de tanta gente.

 3 días es lo que ha durado el libro en mis manos. Todos los huecos libres que he podido encontrar han sido exclusivamente para devorar con ganas sus páginas. Aunque se ha escrito para que pueda ser leído de forma independiente al anterior, agradezco haber empezado por el principio. Y esperaré con ganas un tercer libro que acabe de mostrarnos cómo acaba la gran empresaria. Bueno, como acaba lo sabemos, por lo menos en el ámbito personal y con su salud, pero... ¿qué fue de su empresa? ¿sigue en pié? ¿Lucía hereda algo o se las tramarán para dejarla sin nada?... Tengo muchas dudas por resolver y esto así no se puede quedar.

 Una cosa queda clara, todos vemos lo que queremos ver, y si alguien intenta abrirnos los ojos lo tachamos de mentirosos o pensamos que es por envidia (que hay mucha). A veces la mujer más fría es la más bondadosa, y a veces la más cálida es una víbora manipuladora disfrazada de muchacha indefensa.  
El augurio de una gitana que lee la mano en el rastro y regala claveles, no hay que tomarlo a la ligera, aunque tampoco seguirlo al pie de la letra, o viviríamos el presente amargados pensando en el futuro incierto. 

Pero lo que para mí quedará patente es que hay que tirarse a la piscina con el amor, aunque suframos y el corazón estalle en mil pedazos. Prefiero eso a vivir en una urna de cristal sin saber lo que es que se te acelere el pulso con un roce, o que se te corte la respiración por una sonrisa. Así que ya pueden haber mil carteles luminosos de "peligro", que quien no arriesga no gana. Aunque a la pobre Elena le salga todo mal, ella renace, como el ave Fénix., y como deberíamos hacer todos. Porque caerse está permitido, pero levantarse es una obligación.

 Me repetiré, pero es una novela maravillosa, llena de realismo y sentimientos profundos. De intriga, amores y traiciones. Echaré de menos una lectura tan amena y fluida. 
Desde aquí, todo mi apoyo a Marta Querol, que me ha sorprendido y hace que siga creyendo que la cantera de escritores y escritoras de nuestro país vale la pena.

lunes, 7 de julio de 2014

"El final del Ave Fénix" de Marta Querol

Volvemos al producto nacional. Esta vez con una finalista del Premio Planeta de Novela 2007. Creo que es mi primera vez con un libro de este calibre, el cual he escogido básicamente porque he visto la segunda parte en mi librería favorita, y las casas se empiezan por los cimientos. Así que empecemos con el El final del Ave Fénix.

La historia de dos familias, una de clase alta y otra humilde, que enlazan sus destinos poco a poco. Cómo viven cada una la Guerra Civil, sus consecuencias, cómo les afecta la riada del 57 en Valencia, la evolución del país y su economía...

Es uno de esos libros que, cuando llevo la mitad, quiero alargarlos lo máximo posible. Es más, me gusta tanto que como yo lo leo en el ebook, le he comprado una edición en papel a mi abuela, ya que es perfecto para ella. No solo por el hecho de que trata una época que le tocó vivir, sino que además tiene el aliciente de estar ambientada en la ciudad en la que ella creció y sigue viviendo.

Uno de los objetivos que me he propuesto tras leer este libro, es hacer una pequeña tarde cultural visitando los puntos emblemáticos que se nombran. Alguno aún sigue en pie, otros han cerrado, pero es curioso ver una ciudad actual con las "gafas históricas". 
Recordando los bares donde la clase media-alta iba a tomar algo después del trabajo, a socializar los domingos; o sencillamente ver las marcas de hasta dónde llegó el desbordamiento del río Turia, que están todavía presentes en algunas fachadas del casco histórico. Imaginarse dónde tendrían las tiendas de ropa, el camino que harían de la mano mientras se conocían poco a poco, las iglesias donde iban a rezar el rosario las adolescentes...

Sencillamente un libro escrito desde el corazón que llega al alma del lector desde el principio. Con un prólogo desgarrador, que solo la experiencia personal puede transmitir de una forma tan intensa. 

Me pongo ya manos a la obra con la segunda parte, Las Guerras de Elena, que sé que no me decepcionará y que podré rellenar esos vacíos que deja el primer libro en los que te preguntas qué pasó exactamente con la vida de Elena, una empresaria de éxito que por reveses de la vida ha tenido que renacer una y otra vez.

**** Después de casi dos años, por fin he podido conseguir El final del Ave Fénix en papel, y además dedicado por la maravillosa Marta Querol. Todo un placer escucharla hablar en la feria de Romántica de Benicàssim ****

miércoles, 2 de julio de 2014

"El cumpleaños secreto" de Kate Morton

Empezamos el mes de julio con una gran novela...

Kate Morton es una de mis autoras favoritas no nacional. Me envuelve en su red de misterio en cada libro y me engancha con su habilidad para unir el pasado con el presente. Después de leer El jardín olvidado y Las horas distantes, llega el turno de adentrarse en El cumpleaños secreto

Como en sus otros libros, en este también, un hecho relevante en el pasado condicionará una aventura en el presente. En este caso mezcla de una forma mágica el Londres de la Segunda Guerra Mundial y la actualidad.

Durante una fiesta de cumpleaños, Laurel, con 16 años, presencia cómo su madre asesina a un hombre. Este suceso cae en el olvido hasta que, 50 años después, cuando su madre está a punto de fallecer, revive el suceso y decide que es momento para saber qué y por qué pasó aquello. Para eso tendrá que ir atando pistas antiguas con momentos de lucidez de su anciana madre. 

Mientras, nosotros conocemos de primera mano la historia de Dorothy y Vivian, dos mujeres muy diferentes que coincidieron durante 1941 y que su destino acaba unido. Cómo vivían en época de guerra, los constantes bombardeos a Londres, las cartillas de racionamiento y el mercado negro, el Servicio de Voluntariado de Mujeres...

Lo mejor del libro no es sólo lo bien narrado e hilvanado que está, sino que el final es inesperado. Lo que desde un principio parece, no es lo que sucede. Y ahí reside el encanto, en los giros que descolocan al lector y lo enganchan para saber qué pasó realmente.

Ha logrado captarme y tenerme entretenida una semana, que aunque es más de lo que suele durar un libro en mis manos, reconozco que es porque no quería acabarlo.