Nunca he lavado el coche a mano, por tiempo, por pereza... porque es más cómodo meterlo en los autolavados.
Así que me propuse que por una vez lo lavaría yo, como hacen en las películas americanas. Y me armé con todos los trastos necesarios:
La manguera y yo no acabamos a buenas, más bien terminé tan mojada como el coche. Menos mal que he aprovechado un día de calor.
Últimos retoques después de 45 minutos y... perfecto!
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