Solemos ir bastante al Brin, un restaurante con hotel típico de polígono. Situado en Monreal del Campo (Teruel), justo en la entrada. Siempre salimos empachados porque los platos son muy abundantes y el menú es muy barato. Perfecto para cuando no nos apetece cocinar y fregar platos.
La presencia del local deja bastante que desear, es muy cutre aunque limpio. Pero las chicas son majas y atentas. No hay uniformidad y la carta está escrita a mano, aunque se han modernizado un poco y en algunas cartas incluso hay aviso de alérgenos. Quizá lo que menos me gusta es que cuando aun no has acabado un plato ya tienes el siguiente al lado para seguir comiendo.
La comida suele estar muy buena y los platos son grandes. A veces creo que con pedir solo el primero ya tendría bastante. El menú incluye: primero, segundo, postre, bebida, café y pan. Todo por solo 10€.
Siempre con mucha variedad de platos caseros para elegir, y lo mejor es que las carnes se hacen a la brasa al momento. Lo malo es que si vas a última hora es posible que algunos platos ya no los tengan.
Nosotros la última vez pedimos: de primero macarrones boloñesa y revuelto de setas y huevo (que estaba buenísimo). De segundo san Jacobos (cómo me gusta la fritanga) y churrasco (esta vez se quedaron cortos y una de las tiras estaba demasiado cruda).
De postre: soy fan de las natillas, es raro que pida otra cosa. Y probamos la cuajada. Todo en cantidades indecentes.
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