Hoy os aconsejo un libro que llegó a mí como muchos otros. Porque cuando dices que eres gallega algunas personas tienden a recomendarte alguna novela, más o menos acertada, ambientada en tu tierra natal. En este caso es una buena elección y disfruté cada párrafo.
Siempre es un placer leer un libro en el que conoces el paisaje, las calles y la ciudad (se dice que los pasos de peatones de Vilagarcía están hechos con rayas de coca). La morriña me ataca de nuevo... cuántas Queimadas en familia, excursiones con el cole a la Toja, visitar las bateas en catamarán y ponerme morada a mejillones...
Siempre es un placer leer un libro en el que conoces el paisaje, las calles y la ciudad (se dice que los pasos de peatones de Vilagarcía están hechos con rayas de coca). La morriña me ataca de nuevo... cuántas Queimadas en familia, excursiones con el cole a la Toja, visitar las bateas en catamarán y ponerme morada a mejillones...
La idea general (a muy grandes rasgos) es una Whitney Houston gallega con su Kevin Costner madrileño, representando el guardaespaldas en versión narcotraficante.
Aunque es predecible y sigue la línea típica de novela romántica, se hace amena y causa esa adicción que buscamos para evadirnos del mundo. La historia de Hugo y Adriana nos hace soñar y sentirnos protagonistas. Sobre todo he entendido a Adriana cuando a su alrededor se casan, tienen niños... y ella sigue en casa de sus padres, sin pensar en formar su propia familia. Aunque perdió puntos al reconocer que ve Sálvame, se lo personaré ;)
Me quedaré con algo que ya había escuchado en otras ocasiones de forma similar: la mujer gallega lleva sangre meiga, y el embrujo de su aura anidará en el corazón de quien la acepte a pesar de no saber si sube o si baja, como la marea del Atlántico, impredecible.
Así que si buscáis una lectura para este verano, aquí tenéis una buena opción. Os llevará a la costa gallega sin salir de casa.
Aunque es predecible y sigue la línea típica de novela romántica, se hace amena y causa esa adicción que buscamos para evadirnos del mundo. La historia de Hugo y Adriana nos hace soñar y sentirnos protagonistas. Sobre todo he entendido a Adriana cuando a su alrededor se casan, tienen niños... y ella sigue en casa de sus padres, sin pensar en formar su propia familia. Aunque perdió puntos al reconocer que ve Sálvame, se lo personaré ;)
Me quedaré con algo que ya había escuchado en otras ocasiones de forma similar: la mujer gallega lleva sangre meiga, y el embrujo de su aura anidará en el corazón de quien la acepte a pesar de no saber si sube o si baja, como la marea del Atlántico, impredecible.
Así que si buscáis una lectura para este verano, aquí tenéis una buena opción. Os llevará a la costa gallega sin salir de casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario