Escribir un libro es tanto para lo bueno, como para lo malo. Porque, aunque me sabe fatal, no siempre puedo escribir reseñas positivas.
En este caso no pude acabar de leer Diario de un suicida en potencia, de Juan L. Mira. Creo que solo llegué a la cuarta página porque no puedo con una novela que está escrita en modo mensaje de texto. Lo siento, pero no. Ya se dejaba claro en el comienzo del libro, y yo leo por placer, no por obligación. Me pasó exactamente lo mismo que con La última raya de Javier Jorge (Jota).
Puede que me equivoque, que no le haya dado la oportunidad de mejorar más adelante. Quizás ha sido el lenguaje soez con el que no me siento cómoda. Porque, aunque solo tiene dos opiniones en Amazon, ambas son de 5. Supongo que para gustos colores, y los míos no tienen que ser los mejores.
Tenéis la opción de leer los 3 primeros capítulos en el blog de la novela (aquí) y seguir al autor en las redes sociales (@JuanLMiraWriter). Puede que a vosotros os guste mucho más que a mí.
Sin embargo el proyecto Dhaymus que aparece en su web (aquí) me parece atractivo y me gustaría leerlo algún día.
(Por supuesto no contará para el reto de leer 53 libros en 53 semanas porque lo he dejado antes de acabar el primer capítulo).
(Por supuesto no contará para el reto de leer 53 libros en 53 semanas porque lo he dejado antes de acabar el primer capítulo).
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