domingo, 4 de enero de 2015

Lentejas, comida de viejas

Cuántas veces en casa he escuchado eso de "hoy hay lentejas, si no las quieres las dejas". Pero era una de esas mentiras de madre, porque no tenías realmente la opción de dejarlas. Te las comías sí o sí.
Y ahora, desde la independencia, las lentejas se han convertido en un plato recurrente en mi dieta. Perfectas estos días de invierno para entrar en calor y coger fuerzas para todo el día.
Así que hoy comparto mi receta, una mezcla de invento y tradición materna.

Ingredientes (para 4 personas):
  - 2 chorizos.
  - 2 huevos.
  - 6 trocitos de pollo (del que venden en bandeja troceado).
  - Pimiento verde (al gusto, yo pongo un cuarto de pimiento).
  - 2 patatas medianas.
  - Pimentón dulce (una cucharilla de café).
  - Sal (al gusto).
  - Aceite de oliva intenso (un chorrito, equivalente a unas 2 cucharas soperas).
  - Un vaso de lenjetas (los típicos vasos de Nocilla de cristal).
  - 1 pastilla de Avecrem pollo.
  - 2 hojitas de laurel.
  - 1.5 litros de agua.
  - Opciones para dar más consistencia: zanahoria, espinacas...
Ingredientes

Al lío: duración aproximada 1 hora en total.

1. Ponemos a calentar en una olla el agua, y aprovechamos para hervir los huevos (este paso serán unos 15 minutos).
2. Mientras vamos pelando y troceando las patatas, picando el pimiento y preparando la carne y el chorizo (al que le haremos un corte en el centro para que suelte el jugo).
3. Retiramos los huevos ya cocidos, les quitamos la cáscara y troceamos, los usaremos para decorar el plato al final.
4. Ponemos todos los ingredientes juntos en la olla (excepto el huevo), tapamos y dejamos a fuego medio durante 45 minutos (si lo hacéis en olla exprés, serán 20 minutos). De vez en cuando removemos para que se mezcle todo bien.
5. Comprobamos que la patata está cocida pinchando con un tenedor, y así sabremos que está listo. Probamos por si hay que rectificar sal y servimos, decorando el plato con el huevo cocido troceado.

Es sencillo, rápido y permite hacer otras cosas mientras se va cocinando.

¡Cuidado que quema!

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